El Gobierno de Alemania ha aprobado a comienzos de julio de este año un proyecto de ley que regularizaría a 135.000 extranjeros sin derecho al estatus de refugiados. La medida se prevé para personas que no disponen de permiso de residencia, a las que no se deporta por razones administrativas o humanitarias.
Todos estos supuestos de extranjeros que prueben durante el periodo de un año que pueden mantenerse por su cuenta, sin delinquir y hayan habitado en Alemania durante 5 años hasta la fecha límite del 1 de enero de 2022 tendrán la oportunidad de regularizar su estancia y residencia en el país. Además del supuesto económico de que puedan mantenerse, se apreciará mucho la integración social y cultural.
Este proyecto ley facilitará también los visados para familiares de profesionales altamente cualificados que emigren hacia Alemania, demostrando el conocimiento de la lengua alemana como se exigía hasta ahora.
De esta manera, “se pone fin a la deportación automática de personas cuya solicitud de refugiados ha sido rechazada, los solicitantes de asilo rechazados podrán permanecer en Alemania de forma permanente si cumplen ciertas condiciones” y, además, se extiende el periodo de espera de tres a seis meses para las deportaciones hasta dilucidar las causas.
Desde parte del Gobierno alemán se considera que esta reforma migratoria es peligrosa puesto que puede ser un mayor atractivo para la inmigración ilegal en Alemania.
